SLINGSHOT
ESCENARIO DE JUEGO
SLINGSHOT es una suerte de compañía de mercenarios (o contratistas privados), encargada de asegurar navíos y transbordadores extratmosféricos en misiones de exploración o extracción minera. Se cuenta que han participado en alguna pequeña guerra de prospecciones (en uno y otro bando) en los límites del Ort, así como durante las negociaciones de Nueva Washington en S/2073 J 2 para la pacificación del Archipiélago de las «Pequeñas Zeus» (compuesto por los entre doce y un número indeterminado no superior a treinta satélites más pequeños que rodean el satélite jupiteriano de Europa), siempre en concepto de contratistas de seguridad privados.
La compañía es pequeña pero muy especializada. Sus componentes de campo, siempre reclutados entre la flor y nada de las fuerzas de élite de intervención directa, acostumbran a ser individuos altamente condecorados en misiones de combate con más síndromes post-traumáticos de los tolerados en sus respectivos cuerpos del ejército. Entre sus otros miembros habría especialistas en navegación, negociación, comunicaciones, multireligión, combate extratmosférico, simulación de guerra, hackeo de redes, matemáticas complejas, lingüistas y especialistas en publicidad. Se cree que la compañía contrata a varios genetistas (alguno de ellos tan reputado en su campo como perseguido por las fuerzas policiales con circunscripción terráquea a sueldo de varios países y corporaciones), y se sabe con certeza que poseen con rango de propiedad nivel 6.4 a varios pres (no menos de dos neandertales comprobados y siete reptilianos; además de existir fuertes indicios de que pudieran estar manteniendo a un «Homo Sapiens Homovurus» ilegal).
COMUNICACIÓN Y VIAJES
-Durante los estertores del Siglo XXI ya era evidente que las ondas de radio, televisión y demás que atraviesan constantemente los cuerpos físicos estaban generando cambios en la programación genética; cambios perniciosos que afectaban, por ejemplo, a la producción de esperma de calidad o que propiciaban el crecimiento de determinados tumores. Aunque el mundo recibió cumplida información al respecto de esos descubrimientos durante todo el siglo la reacción fue una mezcla de escepticismo e inacción: tal vez las ondas fueran a modificar nuestro mapa genético, pero tan a la larga que no parecía que fuera cosa de quienes vivían en aquel entonces (a fin de cuentas, cuando la comunidad científica hablaba de trescientos a quinientos años de incidencia prolongada para que las consecuencias fueran irreversibles parecía que estaban hablando de ciencia ficción).
-El siglo XXII comenzó igual, pero las primeras mutaciones genéticas (el caso Holman-Baird, descubierto en septiembre de 2132) desató una locura colectiva y la paranoia de todo el primer mundo. Como consecuencia, las ondas de todo tipo acabarían siendo prohibidas durante la segunda mitad del siglo XXII. La prohibición comenzó en algunos países (India y Gran Corea) con distintas recomendaciones para limitar su uso, para después prohibirlo en zonas determinadas (edificios sanitarios y educativos, oficiales, zonas de trabajo conjunto, restaurantes y bares. La gente se reunía a la salida de locales de ocio para comprobar sus neumens) y, finalmente, prohibirlas por completo y perseguir su uso con fuertes multas y cárcel. Se desmantelaron los distintos satélites (o se reprogramaron para uso militar y científico) y de un modo progresivo durante un periodo de sesenta años se regresó al cable. Así, y no sin cierta ironía, el mundo de finales del siglo XXIII acabó pareciéndose mucho a aquel del XIX que dependía del telégrafo y, después, de la telefonía fija.
-Del mismo modo, las Terminales Inalámbricas Cerebrales Coordinadas Complejas (TICCC) fueron prohibiéndose con el tiempo para dar paso de nuevo a las Terminales Cerebrales Coordinadas Complejas (TCCC, o «coordinated complex brain terminal CCBT»). Un avance en su época, para cuando el siglo XXIII moría ya eran cosa del pasado y las conexiones personales a la red se volvían a hacer por cable mediante la introducción de jacks magnéticos en las zonas de carga situadas habitualmente en una de las dos sienes. Puede afirmarse que, salvo a nivel militar, a partir del siglo XXIV no había nada no militar que emitiese o recibiera datos de forma inalámbrica.
-La computación cuántica, en pañales durante el siglo XXI, recibió un impulso a nivel de medios e interés científico a raíz de los descubrimientos relacionados con la mutación del mapa genético. Si en 2012 se logró enviar un mensaje utilizando fotones hasta unos increíbles 143 kilómetros de distancia, para el año 2125 la tecnología ya permitía comunicaciones seguras a nivel continental. Las comunicaciones no permitían el envío de grandes cantidades de información, y durante mucho tiempo sólo se pudo transmitir texto. Además, los emisores y receptores consumían tal cantidad de recursos que tan sólo organismos oficiales y (de nuevo) militares podían hacer uso de la tecnología. Pero el hecho es que de nuevo podía soñarse con una tecnología de comunicación rápida, invisible y, esta vez, limpia.
-En 2193 se descubre «La Singularidad». Más allá de las llanuras del Ort, en la frontera exterior del sistema solar, una enorme superficie de Materia Oscura en aparente estado de estabilidad que, en teoría, podría utilizarse para plegar la física del universo. El descubrimiento se oculta a la opinión pública.
-Durante el siglo XXIII los avances permiten comunicar todo el mundo de forma instantánea, segura y sin graves pérdidas de información. El envío de imágenes a grandes distancias sin merma de calidad es una realidad, aunque el uso particular es absolutamente imposible a causa del coste del mantenimiento de la maquinaria necesaria para enviar y recibir esos datos. En 2268 se consigue enlazar cuánticamente el observatorio de Tenerife (España, Unión Europea) con la Base Pericles de la Luna, y ésta, a su vez, con la avanzada China en Marte. Años de espera se reducen a la casi inmediatez de la velocidad de la luz.
-En 2322 se pone en marcha una iniciativa China para proteger (aislar) el planeta de las radiaciones solares, de otros cuerpos celestes lejanos y los viejos satélites. 13.428 pequeños artefactos se sitúan en órbita rodeando la Tierra y enlazándose a modo de paraguas. Un gigantesco disipador de ondas cuyo funcionamiento se corrige y amplía con el esfuerzo conjunto de otras potencias durante casi veinte años hasta que los artefactos que lo componen suman un total cercano a las 90.000 unidades.
-Durante el siglo XXIV (concretamente entre los años 2327 y 2380), se establece y perfecciona la comunicación cuántica entre la tierra y las distintas bases de investigación, extracción de recursos y terraformación dispersas por todo el sistema solar. Paradójicamente, el uso civil de la computación cuántica para las comunicaciones sigue siendo una quimera a causa del imposible consumo de recursos.
-La teoría dice que, en un futuro aún lejano, la comunicación cuántica permitirá el envío masivo no ya de información, sino de materiales físicos e, incluso, personas codificadas. Como de algún modo ese tipo de transporte implicaría en la práctica una “muerte y resurrección” (o la coexistencia de dos seres idénticos) las trabas morales y religiosas al respecto hacen prever grandes conflictos para cuando la tecnología efectivamente lo permita. O, mejor dicho, para cuando se descubra que la tecnología lleva siendo utilizada con éxito en secreto con fines militares desde la «Desmaterialización de Chhaya Venkatesh» en 2347.
-La experimentación con la Materia Oscura cristaliza. La posibilidad de viajes entre sistemas solares en unidades de tiempo aceptables es una realidad teórica, y la fase de pruebas comienza con la construcción de «Sirio 7» en 2437, estación situada en la frontera del sistema solar a sólo 45 kilómetros de «la Singularidad»
PALEOGENÉTICA
-La paleogenética ha dado saltos de gigante. Incontables especies animales han sido devueltas a la vida (los dinosaurios a la cabeza, cómo no). La hipotética experimentación con antepasados y primos del Homo Sapiens Sapiens fue duramente criticada desde ámbitos religiosos y filosóficos a lo largo de los siglos XXI y XXII; pero diversas iniciativas privadas (y oficiales) continuaron en secreto con la investigación hasta ofrecer a la comunidad científica los primeros resultados en 2156, cuando el proyecto Babel concretó la recreación genética completa de un cuerpo humano en laboratorio sin la intervención de un óvulo. A partir de ese momento, tanto la creación como manipulación de material genético para ofrecer lo que se denominaron «neohumanos» fueron hechos aceptados y consentido. Los primeros neohumanos de laboratorio (o «sintéticos») fueron considerados “humanos B” y enviados de forma masiva a misiones mineras y de exploración, cuando no acabaron siendo empleados en la Tierra como mano de obra barata. Doscientos años después, aunque la lucha por el reconocimiento de sus derechos parece haber avanzado significativamente tras décadas de interminables batallas burocráticas y legales, lo cierto es que los sintéticos siguen siendo en su mayor parte Propiedad Privada Protegida (Private Property Protected PPP) y, a todos los efectos, moneda de cambio entre corporaciones. Si eres un ser bípedo pensante de una especie distinta al homo sapiens, eres propiedad privada de alguien.
-Cuando el primer sintético vio la luz, el resto de experimentaciones que se habían ido desarrollando en secreto durante décadas se sumaron a la orgía de descubrimientos. Cada semana se recreaba un humano o prehumano nuevo. Los llamados “Pres” inundaron las emisiones en la red. Los primeros Neandertales (la hembra Ada, 2161) fueron aislados y objeto de estudio en cuanto se descubrió que su capacidad de procesamiento cerebral era mucho mayor que la del Sapiens (aunque lastrados por un mecanismo de comunicación y producción de fonemas terriblemente deficiente, causante último de su primera extinción). Los Terminales Cerebrales Coordinados Complejos (TCCC) permitieron la comunicación sencilla entre Neandertales (cuyos cerebros se conectaban al altavoz traductor «Halász» que convertía a tiempo real sus pensamientos en lenguaje Sapiens) y Sapiens. Con el tiempo, los Neandertales acabaron por llegar a las universidades y, de modo inevitable, copar puestos de gestión masiva de datos, control de vuelos atmosféricos y orbitales y pilotaje de Transbordadores y Naves de Tránsito extratmosféricos. Aunque también eran propiedad privada, su valor es tan alto que pocas corporaciones o gobiernos están dispuestos a arriesgar sus vidas. A fin de conseguir un producto de similares capacidades en cuanto a velocidad de procesamiento e instinto se comenzó a experimentar ilegalmente con el cruce de especies de distintos órdenes. De entre todo el maremagno de obscenidades que fueron exterminadas y prohibidas se salvó, entre otros, el nuevo Homo Reptilianus: costoso de producir al principio pero muy fácil de mantener, con una resistencia innata a las terribles inclemencias de los viajes interplanetarios, con el tiempo su presencia se hizo más habitual en las naves de trasporte no militares que la de los Neandertales (quienes fueron adquiridos en su práctica totalidad por corporaciones de seguridad privada y estatales).
-En 2223, cuando la tecnología paleogenética aplicada a homínidos estaba más que madura, se identifican bajo el Perito Moreno los restos fosilizados de un prehumano desconocido hasta la fecha. De largas extremidades, cráneo ligeramente alargado, mandíbulas poderosas con cuatro caninos y musculatura fuerte y magra, se asume que el descubrimiento (paradójicamente llamado “Hombre de Santa Cruz”) era de hábitos fundamentalmente carnívoros. Se aprueba su resurrección en 2240. El primer ejemplar del Hombre de Santa Cruz nace en 2245. Su alimentación fundamental está basada en carne y sangre, y la dificultad de su organismo de procesar una enzima (SSSSSS) concreta y fundamental sin la que no puede vivir, enzima que el ser humano produce y destila de modo natural, hace creer a la comunidad científica que nuestra propia especie formaba parte del menú habitual del Hombre de Santa Cruz. El primero de los ejemplares, llamado “Adán”, alcanza la madurez en 2268; aunque parece capaz de comprender el lenguaje (y de aprenderlo con mucha rapidez) no consigue hablar. O, a decir de uno de los científicos Neandertales que se ocupan de él, “no parece interesado en hablar con nosotros”. En 2275, durante la fiesta de su treinta aniversario, “Adán” asesina a veinticinco cuidadores y devora parcialmente a tres de ellos.
-En 2305 se aprueba la producción para uso militar del Hombre de Santa Cruz, ahora llamado “Homo Sapiens Homovurus”, Homo Sapiens Vampiris, o “Vampiro”. El “Vampiro” es más inteligente, más rápido, más longevo y más fuerte que el ser humano normal; además de su forma especial de pensamiento (muy similar al de algunos autistas y psicópatas), que los facultan de forma extraordinaria para el combate táctico y la planificación estratégica, a causa de su particular “especialización alimenticia” es capaz de pasar grandes cantidades de tiempo en una suerte de “animación suspendida” o hibernación (llamada jocosamente “la No-Muerte”) que le permitía regular su alimentación evitando que los escasos grupos humanos vieran reducido radicalmente su número condenando a ambas especies a la desaparición. El estudio de ese mecanismo de hibernación del Homo Sapiens Homovurus da como resultado la producción de hombres avanzados dotados de esa pequeña capacidad vampírica que aceptan y toleran tanto la hibernación y crionización controlada permitiendo viajes estelares a largas distancias con un consumo de recursos mínimo. A estos soldados y científicos se les denomina “no-muertos”.
(EL «HOMO SAPIENS HOMOVURUS», CONOCIDO COMO EL «HOMBRE DE SANTA FE», ESTÁ INSPIRADO EN LA EXCELENTE OBRA DE PETER WATTS)